Querido Darth, aquí estoy de nuevo. No te preocupes, que no te voy a dejar tirado, seguiré desgranado mis sabios consejos sobre cómo conseguir que las mujeres no te consideren como a un amigo hasta que consigas tus objetivos. Descuida, a mí me han ido cojonudamente.
Ahora que he acabado con la colada, que he sacado brillo a todos y cada uno de los muebles y electrodomésticos tan bien elegidos por mi sensible costilla, y cuyas letras seguirán pagando mis descendientes, ahora que he jugado las tres horas reglamentarias con mis vástagos, para conjurar el complejo de culpa de padre moderno, ocupado y egoísta. Ahora, amigo, puedo seguir adoctrinándote.
Tú sabes de mecánica y de coches, y ella no. Así de simple. Aunque ella sea ingeniero, no sabe. Así que tienes que conducir su coche, y ya sabes cómo. Sí, así, con brío, con energía. Eso es, mete la segunda a capón y písale.
¡Písale, coño!
Ahora sí que anda este cacharro. Apura la marcha, hasta que ese motorcillo afeminado pida clemencia. Cuando parezca que algo va estallar, entonces, y sólo entonces, mete tercera. Y ahora písale más.
Eso, qué piten, que el semáforo estaba en ámbar, que lo has visto.
Cuidado con la vieja. Frena con ganas, que chillen las gomas dejando tu rubrica negra en el asfalto.
Llegado este momento, seguramente ella hará algún comentario ligeramente recriminatorio. Tú ya sabes. Alguna de esas puntadas inocentes, pero que pican como un pellizco. Entonces tú paras, té bajas muy digno, y le dices que conduzca ella.
Es aquí, mi querido amigo, cuando empieza lo más difícil. Tienes que apostrofar, glosar y apostillar cada uno de sus movimientos y maniobras. "A la derecha", "mete tercera", "No, no pongas el intermitente, que eso son mariconadas", "para", "arranca", "Le vas a dar, le vas a dar", "le diste, ya te lo decía yo".
Es agotador, lo sé. Pero nadie dijo que esto fuera fácil. Tu tienes que seguir y hacer caso omiso de su mala cara primero, de sus quejas, después, y de sus gritos coléricos, por ultimo.
Al final te dirá que lo lleves tu. Y entonces ya sabes cómo, con energía, como un tío, a lo bruto.
Ahora que he acabado con la colada, que he sacado brillo a todos y cada uno de los muebles y electrodomésticos tan bien elegidos por mi sensible costilla, y cuyas letras seguirán pagando mis descendientes, ahora que he jugado las tres horas reglamentarias con mis vástagos, para conjurar el complejo de culpa de padre moderno, ocupado y egoísta. Ahora, amigo, puedo seguir adoctrinándote.
Tú sabes de mecánica y de coches, y ella no. Así de simple. Aunque ella sea ingeniero, no sabe. Así que tienes que conducir su coche, y ya sabes cómo. Sí, así, con brío, con energía. Eso es, mete la segunda a capón y písale.
¡Písale, coño!
Ahora sí que anda este cacharro. Apura la marcha, hasta que ese motorcillo afeminado pida clemencia. Cuando parezca que algo va estallar, entonces, y sólo entonces, mete tercera. Y ahora písale más.
Eso, qué piten, que el semáforo estaba en ámbar, que lo has visto.
Cuidado con la vieja. Frena con ganas, que chillen las gomas dejando tu rubrica negra en el asfalto.
Llegado este momento, seguramente ella hará algún comentario ligeramente recriminatorio. Tú ya sabes. Alguna de esas puntadas inocentes, pero que pican como un pellizco. Entonces tú paras, té bajas muy digno, y le dices que conduzca ella.
Es aquí, mi querido amigo, cuando empieza lo más difícil. Tienes que apostrofar, glosar y apostillar cada uno de sus movimientos y maniobras. "A la derecha", "mete tercera", "No, no pongas el intermitente, que eso son mariconadas", "para", "arranca", "Le vas a dar, le vas a dar", "le diste, ya te lo decía yo".
Es agotador, lo sé. Pero nadie dijo que esto fuera fácil. Tu tienes que seguir y hacer caso omiso de su mala cara primero, de sus quejas, después, y de sus gritos coléricos, por ultimo.
Al final te dirá que lo lleves tu. Y entonces ya sabes cómo, con energía, como un tío, a lo bruto.
A disfrutar conduciendo.
Bueno, Darth, te dejo, tengo que ir al hiper a comprar, otro día sigo. Mañana quizás no pueda, es domingo, me tendré que poner el chándal e ir a lavar el coche. El bueno, el de ella.
Un saludo.
Miquel Silvestre - Palabras Malditas.net
3 comentarios:
La madre que lo apa jajajajaj. Lo de los consejos de mete ahora, frena que le vas a dar, es verídico, acabas diciendo: llévalo tú jajajaja.
Gracias por las risas.
Marichuchi
¡O no, Marisa, o no! Que de viejos trucos de hombres inseguros está el mundo lleno, y ya carentes de toda eficacia en la búsqueda del fin pretendido! Fin que no es otro que intentar sentirse alguien porque así le considere una mujer.
Mi comentario anterior no quita que, como escritor, valore con justicia el bien hacer que con la palabra Miquel posee, como nos está demostrando Akimana entresacando, aquí, algunas pequeñas partes de sus obras.
Un saludo.
Alacena de las Monjas
Ah! es que yo creo que Mikel precisamente y en clave de humor irónico entresaca precisamente y destaca esa faceta que tu dices, Ala. Por eso me rio jajaja.
Marichuchi.
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