Mi Millón de piedras comienza con unos versos. Los saqué de aquí. Esta canción atruena en el mp3 cuando busco el horizonte. Va por ustedes:
De niño no me gustaban los libros ni las sotanas si salir en procesión, eran tan desobediente como el viento de poniente, revoltoso y juguetón, en vez de mirar pal cielo me puse a medir el suelo que me tocaba de andar, y nunca seguí el rebaño, porque ni el pastor ni el amo eran gente de fiar...
Miquel Silvestre
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