viernes, 7 de enero de 2011
MANUAL PARA EXTRATERRESTRES (Entrega primera)
De los barberos charlatanes, otra especie a extinguir
Ya se afeita poco y parece que se quiere incluso prohibir esta práctica, ahora se llaman peluqueros y estilistas. Pobre de ti si se enteran que eres del Atlético de Madrid. Conocemos a uno que se hace llamar escultor psico-esteta, tiene gran profusión de fotografías que exhibe con orgullo en sus locales de lo que posee varios, le va la cosa pero que muy bien, donde aparece retratado con la Faraona de Jerez de la Frontera, un histriónico cantante de Martos (Jaén) que insiste desde hace casi cuarenta años que él es aquel, aunque no sabemos a quién se refiere. Este terrícola que se pasea en un ostentoso vehículo alemán rojo, en cierta ocasión nos utilizó de conejillo de Indias para hacernos un desenrizante estético. Tras someternos a proceso torturante de casi tres horas –incluido pegarnos el pelo con una sustancia viscosa, oscura, apestosa y repugnante-, nos dejó mucho peor que cuando entramos, tuvimos la mala suerte que un par de obreros entrasen esa tarde para reparar el aire acondicionado, nos reconociese, gesticulasen entre ellos para comunicas su sorpresa ante cierta aparente homosexualidad de nuestra parte y, para colmo, nos chupó casi 3,000 calas. ¡Ah, eso sí, nos ofreció una micro-taza de café muy malo, argumentado que él si es un tipo desprendido y no como otros!
De los bancos
Tienen mucho dinero pero no se lo dan a nadie por mucho que se les pida. Cuantifican su valoración por enteros, cuanto más grandes y poderosos se hacen especulando con los dineros ajenos más posibilidades tienen sus dirigentes de emparentar con la nobleza.
De las bicicletas
Muy ecológicas pero hay que pedalear.
De los bolígrafos BIC de punta fina agotados
No escriben nada de bien y además con el calor se siguen saliendo por detrás.
De las caballas
Las hay de moral ordenada y de natural promiscuo. La carne de estas últimas resulta mucho más consistente para su elaboración en el horno. Consejo: No comprar jamás caballas excesivamente pusilánimes o de natural retraído. Son excesivamente blanduchas.
De ciertos pequeños canes que se aproximan graciosamente a nosotros meneando el rabito y con ojillos simpáticos
No actuéis con violencia pero desconfiad, pues en cualquier momento pueden decidir alzar la pata y mearse en el equipaje o en tus propios pies.
De las cervezas sin alcohol
Tienen alcohol, están más amargas y no colocan casi.
De los calvos
Esos son los que carecen de pelo o muy poco en la cabeza, la que está encima de los hombros con la nariz, la boca, las orejas, vamos, la que se ve.
De las cárceles
Un funcionario o funcionaria llamado juez tras de consultar el Código Penal, (escrito por unos romanos hace milenios) de vez en cuando, ordena encerrar a otros humanos en grandes edificios cerrados y vigilados por Guardias Civiles y policías para reinsertarlos en la sociedad. Se dan poco casos.
De los cines de verano (incluye los cineclubes)
En las películas de tales salas no hay ni persecuciones ni explosiones, hablan de forma extraña y los que asisten a ellas creen saberlo todo. La asistencia a estos foros se ha convertido en un rito social y lugares para mostrar abrigos de chinchilla; modelos de costurerillos con nombre italiano, etc...
De los clónicos
Se escandalizan sobre la posibilidad de crear a dos personas físicamente idénticas y no entendemos la razón ¿acaso no se creen todos el Telediario? Conocemos uno que termina indefectiblemente de la siguiente manera sin ruborizarse: “...así son las cosas y así se las hemos contado.” Pues bien, nadie le parte la cara a este señor.
De los coleccionistas de sellos
Casi siempre están encorvados y con una lupa en las manos. Siempre se coleccionan los de correos, pero nadie amontona los de la Seguridad Social, Hacienda, impagados, entradas...
De los coches utilitarios o simplemente “chicos”
Dicen que tienen muchas virtudes pero nosotros no se las vemos. Se oxidan mucho.
De los coches medianos o mayores que los chicos
Son algo mejores pero no molan mucho y además hay que ponerles gasolina de vez en cuando. Se oxidan también.
De los coches deportivos, también llamados Ferraris y Porsches
Normalmente ya vienen con las tías buenas dentro. No se les ve nunca el óxido, desconocemos si debido a que siempre son nuevos o alguien está dedicado veinticuatro horas al día a limpiarlos.
De los que comen frutos secos y semillas y tiran las cáscaras al suelo
Introducen la semilla en sus bocas con dos dedos, quiebran la vaina, recogen hábilmente con la lengua el fruto seco y escupen las cáscaras con rotundidad y desprecio al suelo: están ahí para amargarnos la existencia.
De las comunicaciones
Son muy importantes para los humanos: por carretera, tren, aéreas, marítimas y andando.
De la corrupción
Si a Paco que tiene tres tomates le robamos dos, a Manolo una cebolla y dos pimientos a Paquita. Aprovechamos que Juana no mira y es confiada para quitarle el aceite y la sal, podemos hacer una ensalada que por supuesto nos la comeremos nosotros solitos. Así empieza la corrupción.
De los costurerillos muñecones y carotas que se hace llamar diseñadores de ropa con nombre italiano
Tienen menos vergüenza que una orangutana en el chichi. Antes les llamaban otra cosa bien distinta, últimamente proliferan tanto que cualquiera puede diseñarte un vestido de novia, una joya o un perfume con nombre francés, todo ello a precios prohibitivos, sin embargo, no sabemos porqué, cada vez más obreras y obreros de menguado salario compran tales objetos en las zonas carísimas de ciertos hipermercados con un nombre parecido a cortes británicos o algo así.
De las croquetas de pollo congeladas
¡Puafff! Sin embargo se venden mucho.
De los cucuruchos de helados que se rompen por la base
Múltiples suicidios se deben a estos accidentes. El recipiente es de galleta y se come, sabe como a leñoso.
De los culebrones televisivos
Son como un Lourdes dentro de la televisión: amnésicos que recuperan la memoria; tetrapléjicos que vuelven a andar; ciegos que ven más que siete y además, a Luis Francisco José (el protagonista) lo abandona Topacio para casarse con un soplapollas de licenciado.
De la cultura
Hay personas cultas y otras que no, aunque no sabemos si unas son mejores que las otras. Dicen que hay distintos tipos según los estamentos: moda, elegancia, consumo...
2 comentarios:
JAJA. Me parto.
No me creo que las croquetas congeladas de pollo se vendan mucho. Es imposible.
De las caballas
Las hay de moral ordenada y de natural promiscuo. La carne de estas últimas resulta mucho más consistente para su elaboración en el horno.
Consejo: No comprar JAMÁS caballas excesivamente pusilánimes o de natural retraído. Son excesivamente blanduchas.
(¡¡Lo siento, quería aportar algo al tema de las caballas!!)
Besos
¡JA!¡No había visto las caballas en tu manual hasta ahora!
Gracias, vamos a tratar de mejorarlo:
Las hay de moral ordenada y de natural promiscuo. La carne de estas últimas resulta mucho más consistente para su elaboración en el horno.
Consejo: No comprar jamás caballas excesivamente pusilánimes o de temperamento retraído. Son muy blanduchas.
¿Mejor? (Glup)
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